Casa De Aldaca Rural - Jerte, Cáceres

Miguel A. J. E.

Marta y Alicia han construido juntas un lugar de ensueño, para disfrutar del encanto del valle del jerte, con una comodidad e intimidad impagable. El servicio es impecable, con mucho esmero en el trato.
No falta de nada, vistas, jardín, estufa, y chimenea. La decoración de la casa es exquisita. Nos ha encantado el fin de semana en vuestra casa. Muchas gracias a las dos por hacerlo posible, y por atreveros a construir una casa tan hermosa!
Hasta pronto !
Ana y Miguel

isabel H.

Maravillosa! La casa espectacular, la atención inmejorable y las dueñas encantadoras. Repetiremos porque es un gustazo estar en ese salón tan bien decorado, desayunar con esas vistas y estar en esa habitación Mirlo tan preciosa. Un placer

lidia S.

Increíble hotel rural tan bonito y muy bien decorado,todo muy Cuqui!!
Alicia i Marta nos hicieron sentir como en casa y tuvimos bonitas charlas durante la velada.
Todo muy ordenado y muy limpio,la cena y desayuno exquisito y ellas son un Amor de atenciones que nos dieron!!!
Un placer conoceros Alicia y Marta y si Dios quiere hasta pronto.!
Besitos😘😘💫💫

Carolina

Fantástico hotel rural. Las anfitrionas son dos hermanas con muy buen gusto para la decoración. ¡Al salón no le falta detalle! Las habitaciones son amplias, la cama cómoda, ducha con buena presión y agua caliente. Por las noches reina el silencio. Cuando el tiempo acompaña se desayuna en la terraza junto al jardín. Lo preparan todo con mucho mimo! El coche lo aparcamos en alguna calle cercana. Disfrutamos mucho de nuestra estancia aquí.

Eva E.

El hotel está situado en una de las calles más bonitas y tranquilas de jerte, en una antigua casa del pueblo restaurada con un gusto y un encanto exquisitos. Nada más cruzar el umbral de su entrada, te impresionan sus techos y vigas de madera, perfectamente conservadas. El salón es espectacular, decorado hasta el mínimo detalle, con una biblioteca que te invita a relajarte y olvidar el estrés del día a día. En nuestra habitación nos sorprendió un gran ventanal con vistas a la sierra y un silencio que te envuelve en una tranquilidad que no te abandona hasta que, ya venciendo a la propia voluntad, tienes que marcharte para regresar a la rutina. Hemos disfrutado de cuatro días estupendos en este hotel, saboreando sus deliciosos desayunos, acompañados de la conversación amable e interesante de Marta. La sierra de Jerte rebosaba agua a principios del otoño, todavía con timidas pinceladas de amarillo. No quiero pensar en el espectáculo que tiene que ofrecer en plena "otoñada", época ideal para disfrutar del bonito jardín de este hotel. Gracias por estos cuatro días inolvidables!!!!

Felipe A.

La Aldaca ha sido un gran descubrimiento. En el corazón de Jerte, esta pequeña casa rural tiene 5 habitaciones, data de 1800 y está decorada con una exquisitez digna de elogio. Además de que las habitaciones cuentan con todo tipo de detalles (desde terraza, hasta productos de baño de primera calidad), el espectacular trato humano de las hermanas que lo llevan (Alicia y Marta) hacen que te sientas como en casa. En nuestro caso, pasamos el fin de semana y sin duda repetiremos experiencia.

PD: De los mejores desayunos que he probado en mi vida: desde productos de la tierra (jamón, lomo o cerezas), hasta un bizcocho recién hecho. Merece mucho la pena. ¡Gracias por todo!

Ricardo J.

Hotel tranquilo y con mucho encanto, y una decoración muy personal y cuidada hasta el mínimo detalle. Habitación muy bonita y confortable desde la que puedes ver una panorámica del valle. Desayuno de calidad servido en la mesa en un comedor con ventanal con vistas al jardín y las montañas. Las anfitrionas Marta y Alicia siempre pendientes de cualquier cosa que pudiéramos necesitar. Muy bien situado para recorrer el valle de Jerte. Merece la pena conocerlo. ¡Recomendable sin ninguna duda!

Teresa

Hotel pequeño con mucho encanto, muy tranquilo y bastante aogedor. Dispone de cinco habitaciones y es calificado de "sólo adultos" Está decorado con mucho gusto y no le falta un detalle. El salón es espectacular y también dispone de un estupendo comedor con vistas al jardín donde pudimos disfrutar del desayuno con productos de la zona. Destacamos la amabilidad y los buenos consejos de Marta, que hicieron que nuestra visita al Valle del Jerte fuera una experiencia maravillosa.
Muy recomendable.