Fundación CARF - Madrid, Madrid

G Leal

Es un gran apoyo espiritual en estos tiempos tan difíciles y más aún cuando se ha perdido a un ser querido por COVID con todo lo inhumano del protocolo y lo que esto representa para los deudos. Que se pueda pedir por ellos me reconforta y me ayuda en la despedida ya que sé que el rito católico era y es algo muy importante en mi familia. Gracias por recoger mi solicitud. Dios los bendiga

Norma Beatriz Jara de figueredo

Muy agradecida en primer lugar a Dios y éstas personas que atravez de ésta página están colaborando con el mundo , orando y pidiendo por la salud y las necesidades de las personas.
Me parece excelente labor , ya que sabemos que la oración es una de las medicinas más potente que existe , sabemos que la fe mueve montañas yqvuenpara Dios nada es imposible. Muchas gracias y ojalá que muchas personas más se unan a esta causa tan noble.
Que Dios multiplique sus buenas acciones a cada uno de las personas que están en este grupo.

Juana Sánchez Cerpa

Me piden mi opinión sobre el CARF. Lo que siento es una inmensa alegría el poder colaborar con la formación de los sacerdotes y pensando que más agradecida debo estar yo con vosotros, cómo os volcáis con cada persona que ayuda aunque sea una mínima parte, lo agradecéis con el ORO de la ORACIÓN. Los sacerdotes son el tesoro de la Iglesia y los cristianos nos debemos de sentir urgido a ayudar porque ellos están para rememorar cada día el Sacrificio más grande de la Humanidad, en la Santa Misa, recordando todo lo que el Señor sufrió por cada persona en particular. Por todos los Sacramentos, gracias a ellos recibimos al Señor en la Eucaristía, el Perdón de nuestras faltas, Bautismo, etc., si no fuera por los sacerdotes. Gracias a vosotros por la formación que impartís a cada uno para que luego se haga eco en sus países de origen.
Desde aquí quiero animar a las personas para que no dejen de aportar su ayuda, por pequeña que sea, es grande. Y de nuevo gracias por encomendarme, el Señor os lo pagará con creces.
Y ya me gustaría decir más cosas, sólo la alegría que siento en mi corazón cuando leo en la revista la vida de cada seminarista o sacerdote que están haciendo su curso de formación. Que Dios os bendiga por esta gran labor. Juana

Juan C. García de V.

Salvarse. De un incendio, de un naufragio, de un terremoto, de un tremendo fracaso en la vida... Necesitamos que nos ayuden a salvarnos. Y necesitamos aprender a amar. Dios quiso que en la Iglesia siempre hubiera personas que nos ponen en contacto con la Fuente del Amor y con la Fuente del Perdón. Eso son los sacerdotes. ¿Puede haber algo de más valor para la humanidad? Gracias, Centro Académico Romano Fundación

Vladimir Mayorga

Dios los bendiga a todos ustedes por su labor pastoral y por esta iniciativa seguramente incentivada por la caridad en favor de quienes ya partieron a la eternidad: nuestros hermanos difuntos.

Que el Señor les sostenga con el hermoso vínculo de la caridad y les provea siempre en sus necesidades corporales y espirituales.

Insto a todos aquellos hermanos católicos a ayudar con su ofrenda económica y espiritual a este Centro Académico para que puedan seguir sirviendo a Dios en el prójimo. Amén

maria ramos

Son muy atentos, yo soy de México y no esperaba un correo, sólo llené el formulario dejando que se publicará y lo leyeran y me sorprendió me hayan escrito. Agradezco su labor que hacen por las almas de los fieles difuntos. Bendiciones.

manel serra

Llevo cuatro años estudiando en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma, gracias a la ayuda inestimable del Centro Académico Romano Fundación. No puedo más que agradecer la cercanía y el cariño recibidos durante este tiempo, que espero devolver con mi servicio sacerdotal a toda la Iglesia. Un lugar especial en mis oraciones lo tendrán las personas que han hecho posible, con su ayuda y sus oraciones, que hoy esté viviendo esta experiencia romana.

juan francisco Pozo

Hacéis una labor extraordinaria, que he podido comprobar en primera persona: he visto la generosidad y el sacrificio de muchas personas normales y corrientes que han contribuido al sustento y financiación de becas, y los sacerdotes, muchos buenos sacerdotes, agradecidos a sus benefactores haciendo un trabajo pastoral que redundará en gracias de Dios que no se deja ganar en generosidad. Adelante con ese trabajo fantástico